Hay CUATRO tipos básicos de piel: seca, normal, combinada y grasa. Cada tipo tiene sus propias características.
- PIEL SECA Se caracteriza por los poros pequeños y un acabado mate (opaco), con poco o nada de grasa o brillo superficial. Las arrugas se forman rápidamente en la piel, especialmente alrededor de los ojos y la boca. La piel se vuelve áspera y puede descamarse. Para la piel seca, los productos Mary Kay: limpian con suavidad, sin resecarla; suavizan, lubrican y restauran su humedad; hacen que las arrugas sean menos visibles y ayudan a reducir la descamación.
- PIEL NORMAL Es de apariencia sana y textura tersa. Contiene un balance óptimo de grasa y humedad, pocas veces tiene espinillas o poros tapados. Para la piel normal, los productos Mary Kay, mantienen el balance de humedad para lograr un aspecto sano y radiante y refinan la textura de la piel y la dejan limpia y fresca.
- PIEL COMBINADA Tiene apariencia sana, textura tersa y un poco de grasa en la zona "T", con algunas señales de resequedad en las mejillas y los bordes de la cara. Para la piel combinada, los productos Mary Kay, ayudan a controlar el exceso de grasa en la zona T (frente, nariz y mentón) y hacen que los poros se vean más pequeños e hidratan las áreas resecas.
- PIEL GRASA Resulta cuando las glándulas sebaceas producen demasiada grasa, lo cual da una apariencia brillosa de la piel. También se caracteriza por poros más grandes que los otros tipos de piel y mayor tendencia a tener brotes de espinillas, poros tapados y barros. Tiende a arrugarse con menor facilidad. Para la piel grasa, los productos Mary Kay: ayudan a controlar la grasa de la superficie y dejan la piel sintiéndose tersa y con una apariencia radiante; limpian profundamente los poros y eliminan las impurezas y acumulación de grasa, por otro lado ayudan a que el maquillaje permanezca con aspecto de frescura por más tiempo.
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